Cuando comer la fruta

El momento ideal para consumir piezas de fruta es una de las cuestión es que más ríos de tinta hace correr últimamente. Y es que la fruta está de moda, muy de moda, dentro de los círculos de amantes de la vida natural.

Pues vamos al toro directos y sin concesiones: El mejor momento para tomar frutas, como norma general, es como tentempié entre comidas o delante de las comidas, como plato entrante.

Las razones para soportar este argumento son las siguientes:

1. Si la fruta se consume sola o al principio de una comida se digiere muy fácilmente. Sin embargo al final de una copiosa comida la fruta ha de esperar su turno, se descompone fácilmente y da lugar a molestas flatulencias, como consecuencia de la fermentación. Los fenómenos de fermentación provocan un aumento de la temperatura intestinal y mayores exigencias de irrigación sanguínea. Consecuencia de todo ello pueden ser la aparición del mal aliento o la aparición de problemas intestinales debidos a flora bacteriana patógena o debilitada.

2. La fibra de la fruta ejerce una excelente función de limpieza intestinal si se toma como entrante, favoreciendo la asimilación de los alimentos que  puedan tomarse a continuación.

3. También ayudan a aplacar la ansiedad de la comida, haciendo que comamos a continuación solo los alimentos que realmente necesitamos. Esto es muy beneficioso para mantener el peso ideal o como estrategia para luchar contra la tendencia a la obesidad.

3. Los azúcares de la fruta se asimilan con bastante rapidez. Esto puede ser beneficioso en el tentempié entre comidas si se está trabajando con intensidad.

4. El orden de los alimentos a la hora de ser ingeridos tiene que seguir lo que en herbolario VidaNatural llamamos el Orden de la pipa. Los especialistas de fumar en pipa realizan todo un ritual para cargarla. Primero introducen un pellizco que no aprietan demasiado. Luego otro que aprietan un poco más. Finalmente un tercer pellizco que aprietan bien. Bueno, pues con la comida habremos de hacer algo parecido: primero los alimentos de asimilación rápida, luego los carbohidratos complejos y finalmente las proteínas.

5. La digestión se produce de una manera más rápida y eficiente.

6. El aprovechamiento de los nutrientes es más eficaz en estas condiciones, dejando que los alimentos fácilmente digeribles no  interfieran o se mezclen con alimentos de más lenta digestión. Comer menos cantidad de producto, como consecuencia del efecto saciante expresado al principio, hace que las digestiones sean más rápidas y los recursos que se destinan a ella mejor aprovechados en otros procesos metabólicos.

7. El deterioro del sistema digestivo puede alterar la eficacia y capacitación e  los sistemas inmunológicos.

¿Esto siempre es así?

No siempre. Por ejemplo, la manzana puede ser un buen complemento para favorecer la digestión de almidones por lo que puede acompañarlos. La pia y la papaya son dos frutas excelentes para acompañar la digestión de proteínas.

Sin embargo, hay algunas frutas que facilitan la digestión. Son excepciones; por ejemplo, las manzana que contienen sustancias que favorecen la digestión de los almidones y la piña y la papaya que facilitan la digestión de las proteínas, gracias a la papaína y en el caso de la piña, también bromelia.

Recuerda estas sencillas normas y verás como te sientes mejor.

 Otra forma de comer fruta es bebiendo zumo