Fabricar jabón natural con una receta casera
Puede parecer complicado todo lo que se hace en fábricas, pero la verdad es que hay cosas bastante sencillas de hacer. Una de ellas es la fabricación de un jabón casero natural. Algo que se ha hecho toda la vida en las casas y que cuenta con ventajas notables con respecto a los jabones industriales.
Primero porque es más natural y más sano: Los jabones naturales están elaborados con productos naturales o productos químicos perfectamente tolerados por nuestra piel. Lo mejor es que no tiene aditivos indeseables, algunos de ellos tan peligrosos que pueden provocarnos problemas de piel, problemas de rechazo o alergia, o incluso favorecer la aparición de ciertos tipos de cáncer.
Luego porque es lúdico. Hacer jabón es una ocupación alternativa que a veces puede tener un sentido lúdico, especialmente si nuestro tipo de trabajo no es manual. Puede divertirnos el hacerlo, porque no será una ocupación regular, sino más bien esporádica. Te divertirás también porque fabricarás algo que tiene valor en el ámbito del intercambio, lo que te servirá para ampliar tus contactos. Y también puede servirte para regalar a tus amistades y familia algo útil que sabes que les va a venir muy bien.
También porque es personalizable: Podemos personalizar nuestros jabones tanto como queramos. Hacer jabones para diferentes afecciones que puedan sufrir nuestros conocidos o nosotros mismos. También podemos fabricar jabones con el color o el olor que más nos guste. Las formas pueden variar tanto como queramos, simplemente utilizando moldes. Podemos jugar con envoltorios variados. También quedan chulos los centros de jabones para el baño. Podemos llenar cestas de mimbre u otras fibras naturales con jabones con formas variadas. Y hasta hacer trampantojos: las velas decorativas pueden ser de jabón; tienen el mismo efecto si no las enciendes. Bueno, la imaginación al poder y manos a la obra.
Lo que necesitamos:
Sosa (10 cucharadas soperas)
Aceite Oliva primer uso (1/4 litro), agua (1/4 litro)
Aceite de coco (100 ml)
Aceite de almendras dulces (50 ml)
Miel (dos cucharaditas de las de café)
Leche (2 cucharaditas)
Algunas gotas de cualquier aceite esencial (opcional).
Herramientas:
Cuchara o paleta de palo
Recipiente no metálico.
Procedimiento
Mezclamos con el mayor cuidado la sosa en agua templada. Hemos de hacerlo evitando salpicaduras y cuidando de que la reacción que se va a producir no nos asuste. Removemos suavemente con la paleta hasta conseguir una pasta perfectamente homogénea.
Dejamos enfriar la mezcla.
Echamos el resto de ingredientes poco a poco y movemos constantemente la cuchara siempre en la misma dirección para evitar salpicaduras, hasta conseguir una pasta dúctil.
Esperamos un par de días para desmoldar y cortar los trozos de jabón.
Dejamos secar completamente hasta que haya perdido toda la humedad.
¡Que lo disfrutes!
¡Disfrutad de la VidaNatural!
Si no tienes tiempo, siempre tienes el recurso de acudir a nuestra tienda
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